¡Fracaso!

La portada fue para Santamaría y Ruiz

Foto: Nuestro diario

Municipal dejó ir el pasado sábado el máximo estandarte que ostentaba a nivel nacional, el preciado penta, ganado hace ocho largos años por un equipo irrepetible encabezado por Juan Carlos Plata, quien ahora en el banquillo como preparador de delanteros poco es lo que ha podido hacer. Municipal no solo perdió el penta además permitió al archirrival empatarle con 29 títulos nacionales, de igual manera ahora aventajar  en uno, el número de victorias en clásicos.

Desde hace tres largos años se han disputado 4 finales y se han perdido, está pudo ser para Municipal, pero la calidad del plantel una vez más no alcanzó para más, un gol en fuera de juego sentencio una final que ya estaba perdida desde antes de jugarse, una serie de ingredientes se conjugaron desde el principio, por ejemplo el cambio de la designación oficial del central, Polanco por Juan Carlos Guerra empañaron está final, hasta la curiosa decisión de la directiva que decidió no preparar ningún tipo de celebración ante una muy posible coronación, que al terminó de los 180 minutos no fue.

Carlos Ruiz fue el principal deudor en esta final, en la pasada se comprendía que no se encontraba en su mejor estado físico, en está venia como máximo goleador pero su estrella se apago, durante la final a los 40 segundos, contó con todo lo necesario para vestirse de héroe y falló a la hora buena, 30 minutos antes del pitazo final fue disminuido a la banca debido a displicencia, Keosseian falló de temeroso y dejo escapara con su planteamiento la segunda parte del evita penta. 

Se puede hablar de cada uno de los implicados, pero esta nota sería de lo más tediosa, continuaremos analizando los factores que no han llevado a tan profundo bache, solamente queda brindar un gracias a la afición presente jornada a jornada en el Manuel Felipe Carrera, a los pocos jugadores que dieron la talla (inserte su listado de no más de 5 acá), y esperemos un cambio para el Clausura 2014.

Perdón afición, perdón pentacampeones.

La portada fue para Santamaría y Ruiz

Foto: Nuestro diario

Municipal dejó ir el pasado sábado el máximo estandarte que ostentaba a nivel nacional, el preciado penta, ganado hace ocho largos años por un equipo irrepetible encabezado por Juan Carlos Plata, quien ahora en el banquillo como preparador de delanteros poco es lo que ha podido hacer. Municipal no solo perdió el penta además permitió al archirrival empatarle con 29 títulos nacionales, de igual manera ahora aventajar  en uno, el número de victorias en clásicos.

Desde hace tres largos años se han disputado 4 finales y se han perdido, está pudo ser para Municipal, pero la calidad del plantel una vez más no alcanzó para más, un gol en fuera de juego sentencio una final que ya estaba perdida desde antes de jugarse, una serie de ingredientes se conjugaron desde el principio, por ejemplo el cambio de la designación oficial del central, Polanco por Juan Carlos Guerra empañaron está final, hasta la curiosa decisión de la directiva que decidió no preparar ningún tipo de celebración ante una muy posible coronación, que al terminó de los 180 minutos no fue.

Carlos Ruiz fue el principal deudor en esta final, en la pasada se comprendía que no se encontraba en su mejor estado físico, en está venia como máximo goleador pero su estrella se apago, durante la final a los 40 segundos, contó con todo lo necesario para vestirse de héroe y falló a la hora buena, 30 minutos antes del pitazo final fue disminuido a la banca debido a displicencia, Keosseian falló de temeroso y dejo escapara con su planteamiento la segunda parte del evita penta. 

Se puede hablar de cada uno de los implicados, pero esta nota sería de lo más tediosa, continuaremos analizando los factores que no han llevado a tan profundo bache, solamente queda brindar un gracias a la afición presente jornada a jornada en el Manuel Felipe Carrera, a los pocos jugadores que dieron la talla (inserte su listado de no más de 5 acá), y esperemos un cambio para el Clausura 2014.

Perdón afición, perdón pentacampeones.

El vídeo de la pesadilla